Se dice que si uno es fotógrafo de paisajes y no ha estado en este lugar, no se puede considerar un fotógrafo “realizado”. Fotógrafo o simple excursionista, lo cierto es que poder pasear por esta maravilla de la geología es algo a tener en cuenta si alguna vez se viaja hasta Arizona, en Estados Unidos.

“The Wave” (La Ola), como por motivos obvios se bautizó a esta formación arenisca del Jurásico, tiene una edad aproximada de unos 190 millones de años. Según los científicos, la formación fue en su día un conjunto de dunas que acabó por convertirse en roca compacta con el paso de los siglos, calcificándose en las capas horizontales y verticales que podemos ver. Después, la lluvia y el viento acabaron por conformar las sinuosas, coloridas y ondulantes formas que la hacen única en el mundo.

Pese a su edad, la Ola de piedra es bastante frágil y hay que caminar con cuidado para no romper las pequeñas crestas que la recorren.
La formación se encuentra cerca de la frontera de Arizona y Utah, en las laderas de la Coyote Buttes, en el Paria Canyon-Vermilion Cliffs Wilderness, en la meseta de Colorado.

Las mejores horas para visitarla, al amanecer y el atardecer y, si puede ser, después de una tormenta, cuando se forman numerosas piscinas que, combinadas con las luces del ocaso y la magia del lugar, crean estampas dignas de los sueños más idílicos.

El cañón del Antílope

El Antelope Canyon está localizado en el municipio de Page, al norte del estado de Arizona. Se encuentra ubicado en una reserva de indios navajos. De hecho, las visitas a este cañón han de hacerse en compañía de un guía navajo.
Esta formación geológica se ha ido horadando debido al paso de corrientes de agua durante miles de años, y sus paredes llegan a alcanzar los 40 metros de altura en algunos puntos. Son dos formaciones separadas, denominadas individualmente Upper Antelope Canyon (Cañón del Antílope superior) y Lower Antelope Canyon (Cañon del Antílope inferior) .

Una de las razones por las que el cañón solo puede visitarse con guía es el peligro de inundaciones instantáneas, ya que las lluvias torrenciales en la región pueden provocar la inundación total del cañón en cuestión de minutos (principalmente por corrientes de agua que se originan en regiones de más altitud). De hecho, uno de los motivos que hizo que el cañón se convirtiese en famoso fue un luctuoso suceso, la muerte de once turistas en 1997. El único superviviente del grupo fue… el guía.
